El cane corso, un perro fuerte pero equilibrado

Cane corso adulto. Fuente de la imagen

El cane corso, un perro fuerte pero equilibrado

El cane corso es un perro procedente de Italia, concretamente de Sicilia, donde en –sus orígenes– era utilizado en combates  y como perro de defensa. De gran constitución (un macho adulto de cane corso puede llegar a pesar 50 kilos) y muy robusto, procede del canix Pugnax, un moloso romano.  Tras la Segunda Guerra Mundial hubo un descenso de ejemplares, unido al descenso del número de agricultores que tuvieron que abandonar sus tierras (y que por tanto ya no necesitaban por tanto un perro de estas características).

El cane corso tiene un pelo muy fuerte y brillante que lo protege bien del frío, y este puede ser de varios colores: negro, gris, leoanado, rojizo, atigrado… Tiene los músculos de los cuartos delanteros más acentuados que los de los traseros.

Todo perro es potencialmente peligroso, más si se trata de un perro de grandes dimensiones. Dicho esto, hay que hacer notar el temperamento equilibrado del cane corso, que pese a ser un perro de defensa no es por lo general agresivo. Amante de los niños, el cane corso, al ser consciente de su gran potencial físico, no suele hacer alardes de su fuerza de manera arbitraria. En cualquier caso, defenderá a su dueño si lo ve en peligro.

Es recomendable haber tenido otros perros antes de obtener un cane corso, que es una raza que necesita ser bien dirigido.

 

 

Los ejemplares jóvenes del cane corso necesitan mucho ejercicio al aire libre, cada día, y responde muy bien a los juegos que le propone su dueño.

Es un perro de buena salud y puede vivir doce o catorce años.

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